El 16 de septiembre de 1989 marcó el inicio de una era dorada para Colo Colo. Ese día, hace exactamente 35 años, Mirko Jozic dirigía su primer partido como entrenador del Cacique, derrotando a Universidad Católica por 1-0 en el Estadio Monumental, con gol de Miguel Ramírez. Pocos imaginaban entonces que ese croata de 49 años se convertiría en el arquitecto de la hazaña más grande del fútbol chileno.
El debut que cambió la historia
Jozic llegó al club en medio del escepticismo. Su procedencia europea generaba dudas sobre su capacidad para entender el fútbol sudamericano y la idiosincrasia colocolina. Sin embargo, sus credenciales eran impecables: había dirigido a la exitosa selección sub-20 de Yugoslavia que conquistó el Mundial juvenil de Chile 1987, formando a futuras estrellas como Davor Suker, Robert Prosinecki y Zvonimir Boban.
El técnico croata transformó radicalmente la mentalidad del club. Implementó métodos de entrenamiento europeos, profesionalizó las estructuras deportivas y desarrolló un estilo de juego basado en la solidez defensiva, presión constante y un ataque veloz y efectivo. Su propuesta táctica moderna extrajo lo mejor de figuras como Leonel Herrera, Marcelo Barticciotto, Jaime Pizarro y Gabriel Mendoza.
La culminación de su carrera en Colo Colo
La culminación de su trabajo llegó el 5 de junio de 1991, cuando Colo Colo venció 3-0 a Olimpia de Paraguay en la final de la Copa Libertadores, convirtiéndose en el único club chileno en conquistar este trofeo. Esa noche mágica en el Monumental coronó un proyecto que trascendió lo futbolístico.
Tres décadas y media después de aquel debut victorioso ante la UC, el legado de Jozic permanece intacto. Su nombre está eternamente ligado a la página más gloriosa de Colo Colo, recordándose como el estratega que unió disciplina europea con pasión sudamericana para tocar el cielo continental.
