Este domingo en Jeddah, Charles Leclerc finalmente se despidió de su sequía de podios y puso fin a un ciclo complicado en Ferrari durante este 2025. Con un sólido tercer lugar en el Gran Premio de Arabia Saudita, el piloto monegasco volvió a subirse al podio por primera vez en la temporada, dejando atrás un inicio de año frustrante.
Luego de cuatro carreras sin lograr meterse entre los tres primeros —una situación inusual para un piloto de su calibre y de una escudería histórica como Ferrari— Leclerc encontró ritmo y consistencia en el desafiante Jeddah Corniche Circuit, y cruzó la meta detrás de Oscar Piastri (McLaren) y Max Verstappen (Red Bull), quienes dominaron la jornada.
Este resultado representa mucho más que un simple podio para Leclerc. Es el cierre de una etapa marcada por problemas de rendimiento, estrategias cuestionadas y un monoplaza que no había estado a la altura de las expectativas. El tercer lugar sabe a redención y deja claro que el número 16 no ha perdido su talento ni su hambre de victoria.
Ferrari, que ha enfrentado altibajos durante este arranque de campeonato, celebra este resultado como un paso hacia adelante en su lucha por recuperar protagonismo frente a escuderías como Red Bull y McLaren. Leclerc, por su parte, vuelve a sonreír y a mirar hacia el futuro con mayor optimismo.
El podio en Arabia Saudita también manda un mensaje: Charles Leclerc está de vuelta, y si el coche lo acompaña, seguirá siendo un contendiente de peso. La afición ferrarista, que nunca dejó de apoyarlo, celebra este momento como un respiro tras un inicio de año lleno de dudas.
Ahora, con la confianza renovada, el monegasco se prepara para lo que viene en el calendario. Y aunque este podio no es una victoria, marca el final de un ciclo gris… y quizás, el inicio de uno mucho más prometedor.
