Vicho Pizarro se despidió de Colo Colo y sorprendió a todo
En un fin de semana cargado de emoción, historia y orgullo colocolino, Vicente “Vicho” Pizarro protagonizó uno de los momentos más simbólicos de las celebraciones del centenario de Colo Colo. A través de una imagen publicada por el club, el mediocampista apareció portando la camiseta del plantel campeón de América de 1991 —la misma que usó su padre, Jaime Pizarro, en aquel histórico título— y se despidió simbólicamente de los 99 años del club para dar paso a la nueva era: el ciclo de los 100 años del Cacique. No se trata de una despedida del club, sino del último año de una década gloriosa que ahora queda atrás.
El gesto no pasó desapercibido. En la fotografía compartida por Colo Colo en sus redes oficiales, los actuales jugadores y jugadoras posan con camisetas icónicas del club a lo largo de su historia. Pero fue Vicho, con la tricota del ’91, quien conmovió a la hinchada al representar no solo una conexión generacional con su padre —hoy Ministro del Deporte— sino también el traspaso simbólico de un legado que sigue vivo en el presente albo.
La imagen rápidamente se viralizó y despertó elogios por su carga emocional y significado profundo. Vicho, que ha crecido bajo la sombra de una leyenda colocolina, se ha ganado su lugar en el primer equipo y ha demostrado ser más que el “hijo de”, liderando al plantel con personalidad y compromiso. Ya había emocionado a todos cuando recibió la jineta de capitán frente a la mirada orgullosa de su padre en las tribunas.
En el marco de los festejos del centenario, que incluyeron homenajes, visitas de glorias del pasado y anuncios como la esperada remodelación del Estadio Monumental, este gesto de Vicente fue uno de los que más tocó el corazón del pueblo albo. Porque habla de historia, de continuidad, de identidad.
Con este acto, Vicho marca su entrada al ciclo centenario del club, como símbolo de la nueva generación que lleva el peso de la historia en los hombros, pero también la misión de construir los próximos capítulos. Y lo hace con humildad, convicción y un profundo amor por la camiseta.
Colo Colo dejó atrás los 99 años. Vicho también. Pero el legado continúa —y está en buenas manos.