Mientras en el Monumental todavía se habla del W.O. ante Fortaleza, ahora es el turno de reírnos un rato del eterno rival. Universidad de Chile se sumó oficialmente al club de los papelones internacionales al comerse una goleada por 3 a 0 frente a Estudiantes de La Plata, en casa y por la Copa Libertadores. No fue sanción, no fue castigo, pero el resultado fue el mismo: perdieron puntos. Mejor dicho, dejaron escapar tres puntos de oro… y con vergüenza.
La U llegaba inflada, invicta en ocho partidos bajo el mando de Gustavo Álvarez, con discurso de “proyecto sólido” y “equipo en crecimiento”. Pero bastó un Estudiantes con seriedad y jerarquía para ponerlos en su lugar. Goles de Palacios, Ascacíbar y Carrillo, y un repaso completo en el Nacional. La U desapareció en la cancha, y el invicto se evaporó como humo azul.
Con esta derrota, la situación del Grupo A se aprieta. Estudiantes lidera con 9 puntos, la U queda con 7, y aún tiene que lidiar con un Botafogo que viene con 6. La clasificación, que parecía encaminada, ahora se complica. Más allá del golpe anímico, los azules desperdiciaron una oportunidad de oro para sellar su camino a octavos. Perdieron puntos… y perdieron la cara.
Nosotros en Colo-Colo todavía rumiamos el ridículo W.O. contra Fortaleza, es cierto. Pero al menos podemos decir que no fue por futebol. Ellos tuvieron 11 jugadores en cancha, torcida empolgada, treinador invicto… y terminaron levando três. De local. Con público. Y sin excusas.
Gustavo Álvarez ahora ya no es más el “técnico invicto”. Se despide de esa etiqueta con una derrota que deja secuelas. Que no vengan ahora a hablar de “aprendizajes” y “procesos”. En la Libertadores, o ganás o te vas. Y si perdés así, te vas con risa del rival.
Así que tranquilos, colocolinos. No somos los únicos que se mandan cagazos. La U también se ferra, también hace papelón, y también regala puntos. Bienvenidos al club.
