Durante las primeras décadas del fútbol profesional chileno, el partido más importante no era el Superclásico actual, sino el denominado “Clásico Popular” entre Colo Colo y Magallanes. Esta rivalidad nació el mismo día de la fundación del Cacique y se convirtió en el encuentro que paralizaba al país.
La primera gran rivalidad
El 4 de abril de 1925, David Arellano y doce compañeros abandonaron Magallanes, descontentos con el manejo administrativo y la falta de oportunidades para los jóvenes. “¡Vámonos mejor Quiñones, que jueguen los viejos!”, fue la frase que inmortalizó la ruptura. Quince días después nacía Colo Colo, y con él, una rivalidad instantánea.
El primer encuentro entre ambos equipos terminó con victoria colocolina por 2-0, con goles de Luis Contreras y David Arellano. Entre 1925 y 1932, Colo Colo dominó la rivalidad ganando 5 clásicos contra solo 2 de Magallanes.
Sin embargo, en 1932 Magallanes absorbió al poderoso Deportivo Ñuñoa y cambió la historia. Los “aguerridos” se alzaron con el primer título profesional en 1933, derrotando justamente a Colo Colo 2-1 en el desempate, e inauguraron una década dorada con 4 títulos antes de 1938.
El clásico de los sectores populares
La importancia de este encuentro trascendía lo deportivo. Ambos clubes tenían gran arraigo en los sectores obreros: los colocolinos en La Vega Central y los magallánicos en el Barrio del Matadero (actual Franklin). Los diarios retrataban la pasión popular con crónicas de apuestas callejeras y pronósticos de choferes y trabajadores.
El clásico de 1939 ejemplificó esta pasión, cuando Colo Colo aplastó 9-1 a Magallanes ante 35 mil personas, con Alfonso Domínguez anotando 5 goles. Aunque la rivalidad continuó hasta los años 60, nunca recuperó su protagonismo inicial, especialmente tras el descenso definitivo de Magallanes en 1986.