Jorge Almirón tomó una decisión que generó debate: otorgar siete días de vacaciones al plantel de Colo Colo antes del crucial enfrentamiento ante Universidad Católica. Mientras el técnico argentino viajaba a España, su colega Daniel Garnero aprovechaba ese tiempo para fortalecer aspectos tácticos y preparar minuciosamente el encuentro.
El plan de Almirón no tuvo los resultados esperados
La diferencia de preparación se hizo evidente en el terreno de juego. Garnero utilizó la semana para consolidar su idea futbolística y diseñar una planificación específica para neutralizar al Cacique, mientras que Almirón apostó por el descanso mental y físico de sus jugadores tras la presión acumulada.
El ex arquero y figura histórica de Colo Colo en los años 90, Marcelo Ramírez, fue lapidario en su análisis post-partido. “Lo que más extrañé fue protagonismo: mostrar ganas e ímpetu”, sentenció el Rambo en el programa Todos Somos Técnicos de TNT Sports.
Para Ramírez, la falta de protagonismo fue el punto más débil del equipo. “Un equipo así debe ser protagonista siempre. En líneas generales fueron muy parejos, pero la Católica mostró un poquito más. Y quizás eso se lo dio esta semana de entrenamiento”, analizó el ex portero.
El resultado final
La apuesta de Almirón no funcionó. Colo Colo cayó 2-0 ante los Cruzados con goles de Daniel González y Diego Corral, este último con un hermoso tanto que dejó sin opciones a Brayan Cortés. El equipo terminó menos entero que su rival, evidenciando que el descanso no logró el efecto esperado.
La derrota dejó una lección clara: en el fútbol profesional, especialmente en clásicos cruciales, la preparación específica puede ser más valiosa que el descanso. Como señaló Ramírez: “Faltó ir por más, sabiendo que es un clásico y que había una necesidad imperiosa de sumar puntos”.
