Darío Lezcano, uno de los fichajes más decepcionantes en la historia reciente de Colo Colo, atraviesa un momento dramático en su carrera. El delantero paraguayo llegó al Monumental en 2023 con un currículum destacado que incluía pasos exitosos por la Bundesliga, el fútbol mexicano y la selección de Paraguay, pero su rendimiento fue desastroso.
Lamentable fracaso en el Cacique
Durante su estadía en el Cacique, Lezcano demostró poco y nada, siendo las lesiones, su poca trascendencia en el juego y la lentitud que mostraba factores determinantes para que Gustavo Quinteros decidiera prescindir de él. En total, jugó apenas 13 partidos y anotó cuatro goles en una temporada marcada por las lesiones.
Tras dejar Colo Colo, su situación no mejoró. En 2024 jugó a préstamo en Tacuary, anotando solo un gol en 23 partidos. A inicios de 2025 llegó al exótico Atlético Tambetary, pero el saldo fue aún peor: apenas cuatro partidos disputados, sin goles, y tras un horrendo primer semestre, quedó en libertad de acción por segunda vez en seis meses.
Entrena por su cuenta y no se rinde
“Hoy en día estoy libre, entrenando por mi cuenta. La verdad, quiero jugar. No quiero dejarlo todavía, estoy dispuesto a todo”, declaró el delantero de 35 años al diario paraguayo Versus, evidenciando su desesperación por encontrar un nuevo club.
Lezcano explicó los problemas que han afectado su rendimiento: “Tuve problemas (familiares), tuve una lesión de rodilla, también me rompí el talón de Aquiles. Y cuestiones personales”. A pesar de las adversidades, mantiene su deseo de continuar: “Quiero jugar nomás… agarrar ritmo. Necesito eso para agarrar el nivel que tenía antes”.
El paraguayo reconoció que se apresuró al volver al fútbol de su país, esperando que las cosas le salieran mejor de lo que finalmente ocurrió.
