Colo Colo atraviesa una de sus peores crisis del año tras la estrepitosa derrota 3-0 ante Universidad de Chile en la Supercopa. El encuentro en el Estadio Santa Laura no solo significó perder el único título que podía conquistar en 2025, sino que también dejó al técnico Fernando Ortiz con serios problemas de plantilla.
Complicaciones de la tarjeta roja
El punto de inflexión del partido llegó con la expulsión de Sebastián Vegas, quien recibió una tarjeta roja que cambió completamente el rumbo del encuentro. Esta acción indisciplinada del defensor de 28 años no solo perjudicó al equipo en ese momento, sino que tendrá consecuencias directas en el próximo compromiso crucial.
La suspensión de Vegas lo margina del enfrentamiento contra Deportes Iquique el próximo viernes 26 de septiembre a las 19:00 horas en el Estadio Monumental, por la fecha 23 de la Liga de Primera. Este partido es fundamental para las aspiraciones albas de clasificar a torneos internacionales en 2026.
La ausencia del zaguero se suma a una larga lista de bajas que complican la planificación táctica de Ortiz. Los lesionados Alexander Oroz, Alan Saldivia y Óscar Opazo permanecen en el departamento médico, mientras que Francisco Marchant y Nicolás Suárez están concentrados con la Selección Sub-20 para el Mundial de la categoría.
Nuevas lesiones tras el partido
Además, existen dudas sobre la disponibilidad de Javier Correa, quien abandonó el Superclásico con molestias físicas, y Jonathan Villagra, que sufrió un fuerte impacto en la cabeza tras un choque con Mauricio Isla. Ambos jugadores serán sometidos a exámenes médicos para determinar la gravedad de sus lesiones.
Con siete posibles ausencias, Colo Colo enfrenta su partido más importante de la temporada en condiciones adversas, donde una derrota podría comprometer seriamente sus objetivos deportivos y económicos para la próxima temporada.
