Almirón propone cambiar las bases de Liga de Primera
Jorge Almirón ha puesto sobre la mesa una crítica importante a las bases de la Liga de Primera: la limitación en el número de jugadores suplentes, que actualmente se reduce a solo siete por partido, restringe significativamente las opciones tácticas y de desarrollo de los equipos.
El problema de las bases de Liga de Primera
En Colo Colo, esta restricción se hace especialmente evidente. Con un plantel amplio y varios refuerzos, el técnico se ve obligado a dejar fuera a jugadores importantes, como Víctor Felipe Méndez, debido a las limitaciones reglamentarias. De los siete suplentes, dos puestos están predeterminados: un arquero y un jugador sub-21, lo que deja solo cinco espacios para la decisión táctica del entrenador.
Almirón ha expresado su frustración públicamente. Señala que esta regla impide dar oportunidades a los jóvenes, incluso en momentos donde el partido está definido. Mientras en otras competiciones como la Copa Libertadores se pueden llevar 23 jugadores, en la Liga de Primera están limitados a 18.
Otros técnicos coinciden
El problema no es menor. Otros técnicos, como Tiago Nunes de Universidad Católica, coinciden con Almirón. Nunes destaca la importancia de que los jóvenes ganen experiencia, no solo en cancha, sino también en el ambiente de los viajes y concentraciones.
La propuesta de ampliar el cupo de suplentes ya fue discutida en el Consejo de Presidentes, pero fue rechazada por consideraciones logísticas y de costos. Sin embargo, Almirón y otros técnicos consideran que los beneficios superarían estos inconvenientes.
Dato revelador
Un dato revelador es la comparación con otras ligas sudamericanas. Mientras países como Argentina, Brasil, Paraguay, Ecuador, Venezuela y Bolivia permiten 12 suplentes, Chile se mantiene en 7, junto con Colombia.
Para modificar esta situación, sería necesario convocar a un nuevo Consejo de Presidentes donde se vote la ampliación del cupo. La propuesta no solo beneficiaría el desarrollo de jugadores jóvenes, sino que daría más flexibilidad táctica a los entrenadores.
La pelota está en el tejado de la ANFP. La pregunta es si existirá la voluntad de realizar un cambio que podría modernizar y potenciar el fútbol chileno.