MEMORIA ALBA: La noche negra ante Fortaleza en 2022
En la edición 2022 de la Copa Libertadores, Colo Colo sufrió una de sus derrotas más dolorosas en casa ante el sorprendente Fortaleza de Brasil, que en ese entonces disputaba por primera vez el torneo continental. El equipo chileno, que necesitaba ganar para clasificar a los octavos de final, terminó cayendo por 4-3 en el Estadio Monumental, dejando escapar la clasificación y quedando relegado a la Copa Sudamericana.
Los goles del conjunto brasileño fueron obra de Silvio Romero (3’), Moisés (25’ y 54’) y Yago Pikachu (61’), mientras que por los albos descontaron Juan Martín Lucero (45’), Brayan Ceballos en contra (64’) y Leonardo Gil (80’). La expulsión de Jeyson Rojas a los 51 minutos y los errores defensivos del Cacique fueron clave para la caída, que permitió al Fortaleza avanzar como segundo del grupo detrás de River Plate, mientras Colo Colo tuvo que conformarse con el premio de consuelo: la Sudamericana.
2025: La historia se repite con violencia y vergüenza
Tres años más tarde, Fortaleza volvió a visitar el Monumental, ahora por la segunda fecha del Grupo E de la Libertadores 2025. Pero esta vez, el fútbol pasó a segundo plano tras los graves incidentes que obligaron a suspender el partido cerca del minuto 72. Barristas del Cacique invadieron el campo tras romper los acrílicos, en protesta por la presunta muerte de dos hinchas en enfrentamientos con Carabineros antes del partido.
El caos fue total: jugadores intentando calmar a los fanáticos, Fortaleza regresando a los camarines por seguridad y la incertidumbre total en las graderías y alrededores. Aunque aún no se ha oficializado, todo apunta a que la Conmebol dará por finalizado el partido con el triunfo para Fortaleza, repitiendo así el trago amargo del 2022, pero esta vez con un ingrediente más grave: la violencia fuera de control y un Monumental que, más que un fortín, se convirtió en un símbolo de descontrol.
Ahora Colo Colo no solo deberá enfrentar sanciones deportivas, probablemente jugando sin público sus próximos encuentros, sino que además deberá hacer una profunda autocrítica institucional para no seguir reviviendo capítulos como estos en su historia internacional.
