Colo Colo atraviesa una compleja crisis interna que va más allá de lo deportivo. El club vive momentos de tensión en Macul, especialmente por el distanciamiento entre el presidente Aníbal Mosa y el director técnico Jorge Almirón, quien ya no cuenta con el apoyo del mandamás de Blanco y Negro.
Esta ruptura ha generado múltiples conflictos, como el desacuerdo sobre la posible salida de Arturo Vidal al Pachuca mexicano para disputar el Mundial de Clubes. Mientras Almirón aprobaba la operación, Mosa se opuso rotundamente.
El desafío de cumplir con la regla Sub 21
Uno de los problemas más urgentes del Cacique es el cumplimiento de la polémica regla Sub 21 impuesta por la ANFP, que obliga a los equipos a mantener cierto minutaje para jugadores jóvenes. Jorge Almirón ha sido reticente a utilizar juveniles, usando principalmente a Francisco Marchant, quien al tener 18 años suma minutos dobles.
Según datos de la cuenta especializada “El Analista”, Colo Colo presenta un déficit preocupante: a la fecha 11 del torneo debería haber acumulado 693 minutos con juveniles, pero solo lleva 435 minutos. Esta cifra se ha logrado gracias a Marchant y algunos juveniles convocados desde la Sub 20.
La solución matemática
Para cumplir con la normativa, Colo Colo necesitaría que un jugador Sub-21 dispute 90 minutos completos durante diez partidos consecutivos. Esta situación pone presión sobre el cuerpo técnico, que deberá aumentar significativamente la presencia de jóvenes en el plantel principal.
El próximo desafío será ante Cobresal el martes 17 de junio a las 18:00 horas en el Estadio Monumental, donde probablemente veremos mayor protagonismo juvenil para intentar reducir esta brecha reglamentaria que podría acarrear sanciones deportivas.
