Fernando De Paul vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera tras la victoria de Colo Colo sobre Universidad de Chile en el Superclásico 198. El arquero argentino, conocido como “Tuto”, no pudo contener su alegría después de conseguir su primer triunfo en un clásico chileno, una espina que llevaba clavada desde su llegada al fútbol nacional.
Primer clásico ganado y la liberación de un peso mental
Aunque han pasado varios días, en las últimas horas se han publicado imágenes de la celebración desenfrenada de De Paul, la cual no fue por casualidad. El portero había sufrido duras críticas por no haber ganado ningún clásico hasta ese momento, una presión que afectaba su confianza.
Como señaló un hincha en redes sociales: “se saca un enorme peso de encima cuando le decían que no ganaba clásicos, eso a la larga siempre afecta la mente”.
Su reacción post-gol y post-partido sorprendió incluso a los más críticos, mostrando una faceta emocional raramente vista en el habitualmente reservado arquero.
El camino hacia la titularidad
De Paul había tocado fondo tras el partido contra Universidad Católica, donde recibió tres goles y fue fuertemente cuestionado. Sin embargo, el argentino trabajó en silencio, sin lanzar indirectas ni generar polémicas. “Después de lo que pasó con Vidal nunca salió a tirar mierda con indirectas, el tipo se levantó después del clásico con Católica”, destacaron los seguidores albos.
Su perseverancia le permitió desplazar a Brayan Cortés, hasta entonces arquero titular de la selección chilena, consolidándose como el guardameta número uno del equipo.
Una hinchada que lo respalda
La conexión entre De Paul y la hinchada de Colo Colo se ha fortalecido notablemente. Los fanáticos valoran su profesionalismo y dedicación: “Calladito, trabajador, paciente… tiene que estar en mi equipo”, comentó un seguidor.
La euforia del “Tuto” refleja no solo la importancia del triunfo deportivo, sino también su integración definitiva al alma alba.
