El año 1956 marca un punto de inflexión en la historia del estadio colocolino. Gracias a los dineros obtenidos de la venta del Fortín Mapocho, la dirigencia encabezada por Antonio Labán adquirió un terreno de 28 hectáreas ubicado en la comuna de Macul, donde eventualmente se construiría el actual Estadio Monumental.
Nacimiento del Monumental
Los dirigentes de aquella época no escatimaban en ambiciones: tenían la intención de que el nuevo recinto tuviera capacidad para más de 100.000 espectadores, cifra impresionante que reflejaba la magnitud con que se pensaba el futuro del club.
Esta adquisición coincidió con una época dorada para Colo Colo en lo deportivo. El equipo, reforzado con figuras como el delantero Jorge Robledo (proveniente del Newcastle de Inglaterra), conquistó los campeonatos de 1953 y 1956, consolidando su posición como el equipo más ganador de Chile, distinción que había alcanzado desde 1947 cuando obtuvo su quinto título nacional.
Un camino lleno de historias
La historia completa de la construcción del Estadio Monumental está llena de mitos, leyendas y conspiraciones que merecerían un análisis profundo y separado. Lo que resulta innegable es que el camino hacia contar con un estadio propio refleja la ambición y perseverancia que ha caracterizado a Colo Colo a lo largo de su centenaria historia.
Este recorrido, desde los primeros sueños ambiciosos hasta la realidad del actual Monumental, es una parte fundamental de la identidad del club que hoy celebra 100 años de existencia. Representa no solo un espacio físico para disputar partidos, sino un símbolo de la grandeza institucional que ha hecho de Colo Colo el eterno campeón del fútbol chileno.