La controversia sobre la continuidad de Jorge Almirón en Colo Colo llegó a su fin de manera inesperada, con el técnico argentino manteniéndose en el cargo. El entrenador seguirá siendo el DT de los albos tras una infructuosa negociación con Blanco y Negro para su salida.
El monto de que exigía Jorge Almirón
La razón principal del fracaso en las negociaciones fue económica. Almirón tiene contrato con Colo Colo hasta finales de 2026, y para liberarlo el club debería pagar más de 3 millones de dólares por concepto de indemnización. Sin embargo, según informaciones de El Mercurio, el entrenador argentino mostró disposición a negociar y redujo sus pretensiones a 2 millones de dólares para facilitar su salida.
A pesar de esta rebaja significativa en sus exigencias, el presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, nunca se acercó a esa cifra durante las múltiples reuniones sostenidas con Pablo del Río, representante del técnico. La diferencia económica resultó insalvable para ambas partes.
Un papelón institucional
La situación expone nuevamente las limitaciones financieras y la falta de planificación de Blanco y Negro. Se repite un patrón donde la concesionaria termina “reemplazando” a personas por ellas mismas, creando situaciones embarazosas que afectan la imagen institucional del club.
Mosa confirmó oficialmente que “después de charlas con el entorno de Jorge, hemos entregado la apreciación de que seguiremos trabajando juntos. Jorge seguirá siendo el director técnico de Colo Colo de acá en adelante”, aunque la decisión parece más por obligación que por convicción.
Implicancias futuras
Esta situación deja a Almirón en una posición compleja, manteniéndose en un cargo del cual aparentemente querían prescindir. El técnico argentino debe ahora liderar un proyecto deportivo en el que su continuidad estuvo en duda, lo que podría afectar su autoridad y relación con el plantel.
La incapacidad de Blanco y Negro para resolver esta situación de manera profesional evidencia problemas estructurales más profundos en la gestión del club. Los 2 millones de dólares que pedía Almirón representaban una cifra razonable considerando su contrato vigente, pero la falta de recursos o voluntad para pagarla terminó generando un conflicto que se prolongó por semanas.
El episodio cierra con Almirón dirigiendo esta noche ante Atlético Bucaramanga en el último partido de Copa Libertadores, en un escenario donde todas las partes involucradas salen debilitadas del proceso.
