En Suzuka, el piloto neerlandés le dijo adiós a su sequía de victorias en 2025 y volvió a lo más alto del podio, dejando en el pasado un inicio de temporada complicado.
Después de dos fechas en las que McLaren dominó con Lando Norris y Oscar Piastri, Max Verstappen volvió a brillar. El tetracampeón del mundo se quedó con el Gran Premio de Japón en la madrugada de este domingo, logrando así su primer triunfo del año, en la tercera carrera del calendario. Fue una victoria clave que marca un punto de inflexión para Red Bull y su piloto estrella.
Verstappen venía de solo dos triunfos en las últimas 17 carreras, algo poco común en su carrera reciente. Pero en Suzuka mostró su mejor versión: dominó desde la pole position y mantuvo el liderazgo durante toda la carrera. Con este resultado, rompió o que parecía uma maldición e se despidió oficialmente de um começo de ano sem vitórias.
“Todavía tenemos trabajo por hacer, pero esto demuestra que si acertamos todo, podemos estar arriba”, declaró Max tras a vitória. “No podríamos haber deseado un mejor resultado. Fue increíble y estoy muy orgulloso de lo que hicimos este fin de semana. Tomamos todas las decisiones correctas durante la carrera”, agregó.
Gracias a este triunfo, el piloto de Red Bull quedó apenas un punto por detrás de Lando Norris en el Campeonato Mundial de Pilotos, con 61 unidades contra 62 del británico. Y según Verstappen, el secreto del éxito estuvo en el sábado, cuando aseguró la pole: “La clave fue partir desde la pole. Maximizamos todo y seguir eso con una victoria es fantástico”, explicó.
En tanto, Norris reconoció que nunca tuvo cómo superar al neerlandés. “Lo podía ver toda la carrera, pero no podía acercarme lo suficiente”, dijo. Incluso intentó pasarlo al salir de los boxes, pero terminó en la grama, sin consecuencias mayores y sin recriminaciones al rival.
Así, Verstappen no solo ganó una carrera. Cerró una etapa, recuperó la confianza y volvió a instalarse como candidato firme al título. Red Bull respira tranquila otra vez.
