Durante varios meses, Blanco y Negro atravesó una crisis institucional por el rechazo de sus estados financieros 2024. En abril, la primera junta de accionistas rechazó el balance, obligando al directorio liderado por Aníbal Mosa a reelaborar la información financiera.
Victoria importante para Blanco y Negro
El punto de controversia central fue el contrato con la productora DG Medios. Un sector de accionistas, particularmente el bloque Vial-Ruiz Tagle, cuestionó la inclusión en la memoria 2024 de dineros que aún no habían llegado físicamente a la institución.
En junio se realizó una junta extraordinaria donde los estados financieros fueron nuevamente rechazados, aunque sin mayoría absoluta, lo que motivó la intervención de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La CMF emitió un oficio determinante donde estableció que “no cuenta con evidencia que la contabilización de la modificación del contrato celebrado entre DG Medios y Blanco y Negro S.A. pudiera ser objetable desde el punto de vista contable”.
Esta resolución valida completamente la posición de Aníbal Mosa, quien había defendido reiteradamente que los procedimientos contables estaban en orden y que los recursos de DG Medios se utilizaron legítimamente, incluyendo la compra del pase de Javier Correa.
Próximos pasos
La CMF instruyó al directorio realizar una nueva junta de accionistas “a la mayor brevedad” para aprobar definitivamente los estados financieros 2024.
Además, advirtió a la oposición que cualquier nuevo rechazo debe sustentarse en “observaciones específicas y fundadas” diferentes a las anteriores, dado que no existe evidencia de contabilización errónea según las normas NIIF 15.
Este pronunciamiento representa un triunfo significativo para Mosa, fortaleciendo su posición en la conducción de Blanco y Negro.
