En un giro que desafía cualquier lógica del mercado de transferencias, el Club Social y Deportivo Colo-Colo ha “cerrado” la contratación del delantero brasileño Rodrygo Goes, actualmente figura del Real Madrid. ¿La condición? Pagar la cláusula de rescisión fijada por el club merengue: 1 billón de euros.
Sí, leyó bien. Un billón de euros. Esa es la cifra que cualquier club del mundo debe depositar para que el atacante de 23 años quede libre contractualmente del gigante español. Y si Colo-Colo —el equipo más popular de Chile— realiza ese pago, automáticamente podrá quedarse con el crack brasileño. Es una operación simple… en el papel.
No se trata de una negociación en curso, ni de filtraciones internas desde la Casa Blanca o el Monumental. Esta es una pieza de ficción futbolera, una especulación folclórica nacida del imaginario popular. Pero como el fútbol lo permite todo, especialmente en los sueños, no hay impedimento legal alguno: si Colo-Colo transfiere 1 billón de euros, Rodrygo será albo.
La cláusula de Rodrygo es una de las más altas del fútbol mundial. Fue establecida por el Real Madrid como un blindaje ante posibles intentos de otros gigantes europeos. Sin embargo, también funciona como una ventana surrealista para cualquier club del planeta, sin importar su presupuesto, historia o liga, siempre que tenga el dinero.
Entonces, bajo esa lógica, Colo-Colo “puede” cerrar con Rodrygo. No hay negociación, no hay oferta ni contraoferta. Solo un dato concreto y contundente: la cláusula existe, y si se paga, el jugador queda libre para firmar con quien quiera. El club chileno solo tendría que conseguir ese pequeño detalle: reunir 1 billón de euros.
Así que sí, por 1 billón de euros, Colo-Colo cierra con Rodrygo del Real Madrid. No es una operación realista, ni cercana, pero tampoco imposible… al menos en teoría. Porque en el mundo del fútbol —y del periodismo folclórico— todo puede pasar.
