Con esto, los merengues aceptan vender a Rodrygo por 300 mil millones de dólares en caso de que paguen. En medio de la euforia del mercado europeo, la Casa Blanca ha dejado claro que sólo por esa astronómica cifra —la misma que figura en su cláusula de rescisión de 300 millones de euros— negociará la salida del brasileño. Cachai que, a ese precio, el delantero puede cambiar de camiseta sin discusión. En ese contexto, los blancos no tendrán más opción que dejarlo partir si alguien abona la cláusula.
Rodrygo, de 22 años, se ha convertido en pieza clave del ataque merengue desde su llegada en 2019. Con goles decisivos en la Champions League y actuaciones de lujo en La Liga, su caché se disparó. Pero Florentino Pérez y compañía saben que el negocio también es negocio: si alguien deposita la cláusula, no hay vuelta atrás.
La cláusula de rescisión de 300 millones de euros es la más alta de toda la plantilla blanca, muy por encima de las de Benzema o Vinícius. Un número pensado para disuadir a los pretendientes… pero que, al mismo tiempo, fija el precio justo al que el club podría dejar partir a su joyita.
Ya se habla de un interés real de Manchester City, PSG y varios clubes de la Premier dispuestos a poner la plata sobre la mesa. “Si cumplen con la cláusula, no hay nada que hacer”, admitió un portavoz del club al diario Marca. Así, Rodrygo podría emigrar al tiro si algún gigante europeo se atreve a abonar la suma.
En el Santiago Bernabéu la noticia cayó como un balde de agua fría para los más románticos. “Es un chiste”, comentó un socio tras enterarse. Pero en el fútbol de alto nivel, la nostalgia no paga facturas: si cae la oferta, el Madrid la acepta sin titubear.
Con este anuncio, el Real Madrid envía un mensaje clarísimo: Rodrygo vale oro y sólo se irá por ese precio. Ahora queda esperar si algún grande de Europa se atreve a romper el chanchito y fichar al brasileño que hoy brilla de blanco.
