La continuidad de Jorge Almirón como entrenador de Colo Colo estuvo marcada por una serie de contradicciones y cambios de posición por parte del presidente Aníbal Mosa, generando un bochorno institucional en el año del centenario del club.
El anuncio inicial de despido
La polémica comenzó cuando Mosa anunció públicamente su intención de buscar un acuerdo económico para despedir al técnico argentino tras el empate contra Ñublense. Esta decisión fue comunicada tanto internamente como a los medios, generando expectación sobre el futuro del estratega en el Monumental.
Sin embargo, días después, Pablo del Río, representante de Almirón, reveló el cambio radical de posición del presidente. “El presidente me comunicó ayer por la tarde que en la reunión de directorio habían resuelto retirar la propuesta hecha días atrás y que todo continúe como si nada hubiese sucedido”, declaró el agente del entrenador a La Tercera.
Contradicciones internas
Según fuentes del directorio de Colo Colo, la versión oficial no coincide con lo ocurrido internamente. Miembros del directorio aseguran que Mosa nunca anunció el retiro de la propuesta durante la reunión del miércoles. Al contrario, cuando se le consultó sobre la situación de Almirón al finalizar la junta, el presidente informó que “seguiría negociando” la salida del entrenador.
Momentos después de esa declaración interna, Mosa sorprendió a todos con un anuncio público completamente diferente. “Estábamos esperando tener una última conversación con el entorno de Jorge, y después de charlar con el entorno de Jorge, hemos dado la apreciación de que seguiremos trabajando juntos”, fueron sus palabras públicas que sorprendieron incluso a los directores.
Consecuencias de los cambios de decisión en Colo Colo
Esta situación generó una derrota comunicacional significativa para Mosa, quien quedó expuesto públicamente por la forma errática de manejar la situación. Más grave aún, la relación entre el presidente y el entrenador quedó completamente deteriorada tras estos episodios.
El quiebre en la relación se hizo evidente en la conferencia de prensa posterior a la eliminación de Copa Libertadores, donde Almirón mostró su molestia. “Sólo hablaré del partido”, respondió ofuscado el estratega argentino, dejando claro que se sintió “manoseado” por las acciones del presidente en los últimos días.
Esta controversia marca un punto de inflexión en la relación entre la dirigencia y el cuerpo técnico de Colo Colo, afectando la estabilidad institucional en un año especialmente significativo para el club.
