El Clásico entre Universidad Católica y Colo Colo fue suspendido por las precarias condiciones de la cancha en el Estadio Santa Laura, situación que ya obligó a cancelar otros encuentros de la Liga de Primera 2025, como el choque entre Unión Española y Universidad de Chile. Esta situación afecta de forma indirecta a La Roja y a su técnico, Ricardo Gareca, justo cuando se acerca la doble fecha de las clasificatorias rumbo al Mundial 2026. Además, resulta especialmente significativo que Arturo Vidal, quien regresa tras una lesión, tenga la oportunidad de sumar sus primeros minutos defendiendo a La U, cuyos colores representan la misma identidad que luce la selección chilena.
Las cancelaciones han generado un ambiente de incertidumbre en el fútbol nacional, complicando la preparación de los equipos y alterando la agenda de la competencia. Este panorama preocupa no solo a los clubes, sino también a los encargados de dirigir la selección, quienes deben ajustar estrategias en un contexto de imprevistos que pueden afectar el rendimiento colectivo en las próximas fechas internacionales.
En medio de este escenario, el caso de Arturo Vidal destaca de manera especial. El experimentado centrocampista, que ha estado al margen de los encuentros recientes por una lesión, es visto como la esperanza para retomar su forma y demostrar que aún posee la calidad necesaria para integrarse a La Roja. Su debut con Universidad de Chile se perfila como un desafío crucial, ya que le permitirá medir su estado físico y su nivel competitivo en un partido que servirá de antesala a la Fecha FIFA.
La preocupación de Ricardo Gareca es evidente. Según explicó el periodista Daniel Arrieta en la previa del duelo suspendido, el enfrentamiento contra los Cruzados (equipo que representa a Universidad Católica) será la prueba de fuego para Vidal. Esta cita permitirá evaluar si el centrocampista está en condiciones de asumir un rol decisivo tanto en el club como en la selección, lo que es fundamental de cara a los exigentes compromisos internacionales.
El partido, además de funcionar como ensayo para la Fecha FIFA, adquiere una importancia especial para Vidal, ya que su rendimiento podría definir su futuro en la nómina de La Roja. En un contexto donde cada punto cuenta para las clasificatorias al Mundial 2026, el técnico Gareca mira con especial interés cómo se reincorpora uno de los jugadores más emblemáticos del fútbol chileno, esperando que supere esta prueba de fuego de manera contundente.
A pesar de los contratiempos derivados de las suspensiones, la aceptación de Vidal para defender a La U—cuyos colores simbolizan la misma pasión e identidad de la selección chilena—se erige como una señal de compromiso y esperanza. Este retorno no solo representa un impulso para el club, sino también para toda La Roja, que confía en que su experiencia y calidad serán determinantes en la lucha por un cupo al Mundial 2026.
