En el corazón de todos los colocolinos aún duele recordar la partida de Pablo Solari, uno de los grandes talentos que vistieron la camiseta alba en los últimos años. El “Pibe”, como lo apodaban con cariño, fue una de las figuras más importantes del equipo, especialmente en momentos críticos donde su velocidad, atrevimiento y goles marcaron diferencias clave.
Solari llegó a Colo Colo en 2020, en plena lucha por evitar el descenso, y rápidamente se ganó el corazón de la hinchada con su entrega y su amor por la camiseta. Su gol histórico ante Universidad de Concepción en el recordado partido por la permanencia quedó grabado en la memoria colectiva del Cacique.
Pero todo tiene su final, y el destino quiso que en julio de 2022, tras varias ofertas, Pablo Solari fuera vendido al poderoso River Plate de Argentina. Colo Colo recibió una fortuna millonaria por su pase, una cifra cercana a los 4.2 millones de dólares, algo impensado para un jugador que llegó como una joven promesa y terminó como figura indiscutida.
La transferencia fue celebrada por la dirigencia desde el punto de vista económico, pero para los hinchas fue un golpe duro. Ver partir a Solari fue como perder a un hijo futbolístico: alguien que creció, brilló y dejó su huella en el Monumental.
A pesar del dolor, el “Pibe” siempre expresó su cariño eterno por Colo Colo. En varias entrevistas, no dudó en reconocer que el club lo formó como jugador y como persona, y que su corazón siempre será albo.
Hoy, desde el Memoria Albos, recordamos con nostalgia esa etapa gloriosa en que Pablo Solari hizo vibrar el Monumental, dejando una huella imborrable en la historia del club más grande de Chile.
