Sebastián Vegas estuvo a un paso de ser jugador del Barcelona en 2014 y la razón de su por la que no llegó no fue futbolística. Esta revelación fue hecha por Claudio Bravo durante su participación como comentarista en ESPN, desclasificando un episodio poco conocido de la carrera del actual defensor de Colo Colo.
Frustrado pase a Barcelona en 2014
La historia se remonta a 2014, cuando Bravo llegó al Barcelona bajo la dirección técnica de Luis Enrique. Durante sus primeras semanas en el Camp Nou, el entrenador español consultó específicamente al portero chileno sobre Vegas, quien en ese momento jugaba en Audax Italiano y tenía apenas 18 años.
“¿Sabes tú de este chico?’, me preguntó”, recordó Bravo. El interés de Luis Enrique no era casual: Barcelona necesitaba defensores centrales zurdos, ya que en esa posición jugaba Javier Mascherano, quien naturalmente era mediocampista. Vegas cumplía exactamente con el perfil buscado por el club catalán.
El plan de Barcelona era llevarlo inicialmente al Barça B para posteriormente promoverlo al primer equipo. El club ya había estudiado al jugador chileno y tenía material audiovisual de sus actuaciones con la Selección Chilena. Vegas había sido titular en la Sub-20 que participó en el Sudamericano de Uruguay en 2015 y también había sido sparring de la Roja durante el Mundial de Brasil 2014.
La oportunidad se materializó cuando Vegas viajó al Camp Nou para realizar pruebas durante varias semanas. Sin embargo, a pesar de su potencial futbolístico y del interés genuino del club, el traspaso no se concretó.
Motivo real del fracaso
Lo más revelador de las declaraciones de Bravo fue el motivo real del fracaso en las negociaciones. Cuando se mencionó que Vegas era representado por Leonardo Rodríguez en ese entonces, Bravo fue categórico: “ahí estuvo la piedra de por qué no llegó al Barcelona”, sugiriendo que los problemas fueron relacionados con su representación, no con aspectos deportivos.
Finalmente, Barcelona se decantó por otros nombres en carpeta, como Íñigo Martínez. Vegas continuó su carrera en Audax Italiano hasta 2016, cuando dio el salto a Monarcas Morelia de México, perdiendo así la oportunidad de formar parte de un Barcelona que posteriormente ganaría la Champions League bajo Luis Enrique.
Esta historia ilustra cómo factores extra futbolísticos pueden determinar el destino de promesas del fútbol chileno en el mercado internacional.
